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El desconocido Cuerpo Causal, cognitivo o mental.

Writer: Andrea Motta, la voz de Amargi.Andrea Motta, la voz de Amargi.

Updated: Jun 20, 2023

Nos quedamos cort@s si pensamos que solo habitamos el cuerpo físico.

También está el nivel sutil o donde habitan las emociones y los sentimientos, cuerpo que apenas estamos empezando a explorar como humanidad, pero en el que seguramente tod@s aceptemos que estamos en párvulos frente a todo lo que hay por conocer. La moda en la espiritualidad está en hablar de Chakras, canales de energía, contactos con otros seres, canalizaciones, y otra cantidad de fenómenos, todo esto de alguna manera está vinculado con el cuerpo Sutil.


Además del cuerpo Sutil, también está el cuerpo causal.

¿Qué hay del cuerpo causal?

Causal refiere al cognitivo, al mental, -aunque la palabra mental poco me gusta, es como generalmente se menciona-. Much@s ni sabemos que también tenemos una dimensión causal o un cuerpo cognitivo. Por eso hoy quiero dedicar esta publicación a hablar un poco sobre el Cuerpo Causal.


¡Es maravilloso! Para mí es bellísimo.


Poc@s le conocen o son conscientes de él. Y normal... Regularmente suponemos que el pensamiento sale del cerebro o algo así. Y bueno, hasta cierto punto sí, o eso se ha más o menos descubierto hasta hoy. Pero, ¿qué tal si el Cerebro solo fuera el traductor de ese sinfín de vibraciones que suenan como palabras y que terminan conformando frases que llamamos pensamientos? Los llamamos pensamientos por que los suponemos pensados, pero, ¿cuántas de esas palabras que escuchamos con el oído interior son realmente pensadas? ¿No nos pasa que estamos sentad@s mirando por la ventana el gato que va pasando y en ese instante llegan diez mil palabras y voces mientras nosotr@s simplemente ponemos la mirada en el gato? Si a eso le llamamos pensar, tal vez eso que llamamos pensamiento sí es pensado, o ¿serán pensamientos no pensados? ¿De esos existen? O si son pensados, no son pensados por mí, entonces ¿por quién? Dejemos esas preguntas en reposo.


En este momento quiero que me acompañes a darle un vistazo a lo que es llamado cuerpo causal.


Si tomamos la palabra cuerpo como un conjunto de partes, ya la palabra cuerpo no nos funciona. El cuerpo causal no tiene partes, aunque tiene una estructura, no tiene partes. Tiene una semilla eso sí, y de allí surgen miles de vibraciones sonoras.

¡Oh si! El canto del cuerpo causal es tan bello como imposible.

Pero no puedo decir que la semilla es una parte y las vibraciones son otra. En este caso la semilla es la misma vibración, es que tal semilla en realidad no existe, cosa que no significa que no Sea.


Ya sé, parece muy enredado, pero no lo es. Ten paciencia que iremos desenredando un hilo que parece enredado.

Hilo, perfecta palabra para este tema. Me sirve para hablar de cuerpo causal de forma alegórica.

Imagina un hilo. El color, la textura y el grosor que sea.

Suponte que ese hilo es un "pensamiento".

Ahora imagina incontables hilos ondeando en un espacio vacío, de todos los colores. Hay hondas amplias, hay ondas cerradas, hay ondas puntudas, hay hondas similares repetidas como en patrón, también hay nudos o lugares en donde el hilo no parece moverse o estar plano. Este hilar está suspendido en el espacio, como no es físico, no es afectado por la gravedad.

Son como si fueran ondas de sonido. ¿Por dónde viajan las ondas de sonido? Por el espacio, claro, por eso en sánscrito tenemos conexión entre espacio y sonido. Tema del Nada Yoga, pero de eso podríamos hablar después (y sobre sus impactantes efectos sobre el Cuerpo Causal).

Entonces, Suponte que todo tu mundo está lleno y hecho de ese hilar, y tú pones tu color, eres un hilar más.

Cuando conocemos el cuerpo causal (también el sutil), conocemos que todo está conectado. Hasta podríamos apresurarnos a decir que el cuerpo causal colectivo o el inconsciente colectivo es un tejido en el cual cada quien es un hilo más del tejido.


Pero bueno, muy lindo y todo, ¿Y ahora qué?


Sigamos. Esos hilos están en danza constante.

Son voces, cada hilo es historia. Se organizan y se desorganizan automática o manualmente.


Los nudos, es posible desnudarlos. Si conocemos el nudo. Las hondas con picos repetitivos, también es posible abrirlas y suavizarlas.

Si necesitamos picos, también podemos generarlos. (en otra publicación podríamos hablar de qué representa cada ondulación causal)

¿Cómo tengo a acceso a este cuerpo?


Simplemente siendo, tienes acceso, pero es cierto, no es tan fácil conectar con él como con el cuerpo físico; teniendo en cuenta que nuestra conexión con el cuerpo físico es a veces muy difícil. ¡No es broma! Sentir el cuerpo físico plenamente también lleva su tiempo de entrenamiento y maduración. Qué loco pensar que habitamos cuerpos o niveles de expresión y aún así pareciera ser que nos desconectamos. ¿Será esto realmente posible? (de entrada no creas nada de lo que te digo, pregúntalo tú y explora)


El caso es que así como nos pasa con el Cuerpo Físico, nos pasa con el cuerpo cognitivo, solo que muy diferente.

En nuestro caso, por su sutileza, casi que ni conocemos el cuerpo causal y para conectar con él, tenemos que conocerlo, pues si no lo conocemos, ¿cómo vamos a relacionarnos con él?

Es paradójico, pues mientras no lo conozco, lo conozco porque lo habito. Como quien maneja una computadora y no tiene ni idea qué es y cómo es el software que permite que corra.


Entonces,

¿Cómo conocer mi cuerpo cognitivo?


A partir de plena y concentrada auto observación. Literalmente observación.


Para empezar vale por preguntarse lo siguiente,

¿Qué pensamientos son recurrentes? ¿Qué pensamientos me llegan en ciertos momentos? ¿Qué opino de ciertas propuestas? ¿Qué no opino? ¿Qué desconozco? ¿Qué me cuesta entender? ¿Cuáles son mis creencias básicas? ¿Cuáles fueron las creencias que me inculcaron en la infancia? ¿Qué patrón de pensamiento tiene mi familia? ¿Mis ancestros? ¿Qué permito y no permito a la hora de conversar? ¿Cuáles son mis juicios? ¿Qué llamo correcto e incorrecto? ¿Qué tantas verdades sostengo?

...


A través del discurrir de la práctica se irá revelando el cuerpo cognitivo en su contenido. Puedes sentarte a preguntarte y responderte en un cuaderno, pero la idea es que el ejercicio discurra a través de la auto-observación constante. Es importante decir que la verdadera auto observación es aquella que se da sin juicio alguno, es decir, sin opinar absolutamente nada acerca de lo que se observa. Observar sin expectativas, deseos, prevenciones, interpretaciones, ¡nada de nada! Atentamente presentes en la observación.


Cuando se realiza la observación, llega una auto-comprensión no imaginada. Es un universo tan rico como el que observan los ojos físicos. Es el hilar detrás de cada manifestación burda.

Si no me gusta lo que observo, ¿lo puedo cambiar? La idea es que no guste ni guste, si no simplemente observar, como un científico que está en el desarrollo de su investigación. Al gustar o no gustar, posiblemente nos perdemos en lo observado con todo lo que evoca un simple "no me gusta".


La posición es neutral, distante pero atentamente cercana.


Y claro que sí, cambios se generan de forma constante en este nivel, especialmente por la sutileza del cuerpo causal. Los cambios no como resultado de una reacción de me gusta o no me gusta, los cambios suceden cuando se realiza realmente la práctica de auto-observación atenta, allí la magia aparece y muchos cambios simplemente suceden. En el momento en que hay observación, hay revelación y llega la comprensión, lo que genera que ese mismo cuerpo cognitivo se reforme hasta completamente.


Cuando se ha generado auto observación, se revela dónde están los nudos, los picos, las linealidades,..., y si es necesario, se inicia un proceso de flexibilización y regeneración. Aquí entran linajes espirituales, de psicología, de filosofía y de ciencias.


También se puede llegar a un proceso precioso; el de simplemente desarrollar auto observación continua y desde allí empezar a vivir en discernimiento, ¡en Libertad! Viendo danzar los hilos del cuerpo cognitivo, mientras nos mantenemos en el presente. En discernimiento. En este momento se desarrolla una dinámica que es casi imposible de describir y que tampoco vale la pena hacerlo.


¿De qué está compuesto el cuerpo cognitivo?

En sánscrito se diría que de akasha, el espacio que compone al espacio. En términos más comunes y que no requieren un esfuerzo más para nuestro cuerpo cognitivo, coloreado de colores occidentales, podemos empezar por decir lo que más arriba en el texto ya dice, se compone de pensamiento. Pensamiento que en el 99% de los casos no es pensado. Es decir, se compone de algo que parece brotar, algo que indica que el cuerpo causal está funcionando de forma automática y que lejos estamos de saber cómo funciona o qué es o cómo me relaciono con él.


En un principio le hemos llamado pensamiento, pero en realidad nos referimos a contenidos de información organizada y diferenciada. A este tipo de información le llamamos memoria. Por memoria no me refiero a aquello que es recordado, aunque también puede ser. En este caso me refiero a paquetes de información codificados de una manera en particular. Estas memorias varían en su tipo, rápidamente se puede decir que hay memorias biológicas, si lo vemos desde nuestra información genética, memorias transgeneracionales que hablan exactamente de nuestros linajes de sangre en la encarnación presente, memorias obtenidas en el tiempo de gestación, memorias de primera infancia y de allí en adelante continúa una cadena de desarrollo de memorias. Claro, valga mencionar, que también se consideran las memorias de encarnaciones pasadas como un fuerte contenido de nuestra encarnación presente*.

Al llegar a cierta edad, estas memorias empiezan un proceso de maduración y auto-retro alimentación. Con maduración me refiero al momento en el que hemos llegado a desarrollar auto observación.


Algunos linajes de pensamiento, ciencia y espiritualidad proveen ciertas estructuras para diferenciar las memorias y así mismo trabajar con ellas.


¿Por qué es esto importante conocerlo?


El cuerpo causal, el más sutil de los tres cuerpos, (si hablamos en términos de un sistema de tres cuerpos que componen al sistema encarnación humana), es de suma importancia.

Así como esté compuesto el cuerpo causal, su distribución y su dinámica, (y la relación que tengamos con él), se moldeará el cuerpo sutil o el sentir emocional y así mismo será la vivencia del cuerpo físico. Usualmente las memorias que habitamos forman y reforman la realidad que vivimos y experienciamos.


Por ejemplo, ¿se te había ocurrido pensar que el miedo humano está enraizado en el pensamiento? Esta frase además de todo lo que nos propone, nos habla de la importancia del cuerpo causal.


Esto será así hasta que llegue el momento en que el discernimiento sea nuestra forma de vida y así la importancia del cuerpo causal cambia y la experiencia vida se hace completamente distinta, como de otro mundo, en el mismo mundo.


Para este apartado nos queda perfecta la frase que dice, "vosotros sois lo que pensáis".


En el cuerpo causal encontramos lo que podríamos llamar nuestros códigos personales, nuestras rigideces, nuestras flexibilidades, nuestras posturas, nuestras creencias, nuestras verdades con v minúscula, nuestra disposición a ciertas tendencias, ¡en fin! Tejidos majestuosos.


Espero que se haya abierto una pequeña ventana a un mundo que hemos pasado desapercibido y que tal vez podríamos explorar. Poco a poco vamos a seguir hablando del tema. Esa tierra que he escrito que se mantiene en purga y está en reset, es un cuerpo causal que se ha ido sacudiendo ciertos nudos que lentamente se han hecho visibles.


Con pasión y deseos de compartir,


Andrea, la voz de Amargi.

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