La Única Revolución

El arte del cuestionamiento. Primera y única regla, es No Reactivo.

¿Qué quiere decir no reactivo?

Que no es la consecuencia o la reacción a una situación, pensamiento, movimiento u ocurrencia en particular. Con este tipo de cuestionamiento no intentamos cambiar un patrón de pensamiento por otro. Con este tipo de cuestionamiento buscamos tumbar la edificación de pensamiento, no cambiarla de color, estructura o textura.

Este tipo de cuestionamiento es la única revolución posible. Es una bomba atómica.

Este tipo de cuestionamiento va a la raíz, va a darle la cara a el proceso generador de cualquier pensamiento o cosa.

Este tipo de cuestionamiento no genera un credo, una filosofía, una secta o una verdad para ser promovida.

Este tipo de cuestionamiento es el revelador de la dinámica de pensamiento.

Este tipo de cuestionamiento no es fructífero, no es productivo, no sirve para nada más que para revelar.

Este tipo de cuestionamiento se da únicamente ahora, es la base para la observación. Es un cuestionamiento silencioso. Es la llama apasionada que da vida.

Este tipo de cuestionamiento acaba con la autoridad y al no generar nada conocido, tampoco genera autoridad.

Este tipo de cuestionamiento no tiene ningún interés en particular, ni siquiera la Libertad. Este cuestionamiento es la vivencia de la Libertad misma. Este cuestionamiento es Libertad.

Si hubiese un interés, el cuestionamiento terminaría siendo reactivo o en respuesta a un interés.

Este cuestionamiento no tiene un centro, no alimenta una identidad, es expansivo y a su vez destructivo.

Este cuestionamiento no busca recordar o encontrar alguna verdad.

Este cuestionamiento no es valiente, no se basa en el miedo. Este cuestionamiento no busca seguridad, por el contrario, destruye cualquier aparente seguridad.

Este cuestionamiento es un proceso de autoconocimiento, no es acumulativo, no quiere saber poco o mucho de mi. El autoconocimiento no significa acumulación de ningún conocimiento de algún alguien.

Este cuestionamiento es la llama apasionada de la atención que desarrolla una escucha presente.

¿Cómo se ve este tipo de cuestionamiento?

Sí, es cierto, no es algo común o conocido, pues no es productivo para la sociedad actual y mucho menos genera certificados. No hay quién lo certifique. Este es un ejercicio íntimo, no hay quién lo revise.

Es decir, este tipo de cuestionamiento no se ve.

Si algo más puede decirse de él, además de no ser reactivo, es nada.

Aunque si lo ponemos en otras palabras, puede decirse que es un cuestionamiento que no cuestiona nada más que el pensamiento per sé.

Es decir, no cuestiona si el pensamiento es cierto o no. Si es positivo o negativo. Si es sano o no. No vamos a juzgar lo que se está pensando. No estamos en ninguna psicoterapia. Vamos a cuestionar el pensamiento per sé. No se pregunta nada en particular o en reacción a un pensamiento.

Es un cuestionamiento silencioso, es observante.

Este cuestionamiento no tiene necesidad ni deseos de saber nada. Solo es observar. El que quiere saber más siempre será el pensamiento. Así parezca que este tipo de cuestionamiento se da por el querer saber, al realizar la observación, se verá que tal es imposible con este tipo de cuestionamiento. El saber más será parte de otra forma de vida.

Debe tenerse claro que con este tipo de cuestionamiento no se obtiene una respuesta concentrada.

Este tipo de cuestionamiento no es una búsqueda, por el contrario, es una bomba atómica. Solo queda el sonido del vacío, de un freno en seco que lo revela todo.

Para realizar este cuestionamiento tampoco hay que cerrar los ojos, solo será cuestión de escuchar atentamente.

Con esta llama apasionada de la atención podrá escucharse esa cinta que parece correr eternamente, de forma automática, y que, por su efecto hipnótico, hasta hemos creído serla. Esta cinta de memorias viejas que como un cd va rodando, permanece en retroalimentación constante, acumulando más memorias, renovándose, confirmándose y generando juicios de valor mientras va generando una identidad limitada y muy seria. Busca modificarse, mejorarse, refinarse, eliminar lo que no le gusta y aumentar lo que le gusta. Quiere sumergirse en el placer y remover el dolor, instaurando una lucha constante.

¡Sin darse cuenta que el pensamiento no puede modificar pensamiento!

En estos momentos podría decir que ese ciclo eterno es la raíz de todo sufrimiento.

Pero bueno, entrando en materia, ¿cómo se empieza?

Sin empezar.

Es una pregunta difícil de responder porque lo que menos se quiere es generar una técnica, un sistema o una forma estructurada para que se logre. Se empieza con el simple ejercicio de prestar atención al pensamiento, así de simple y sencillo. No se necesita nada más.

Pero, en mi ejercicio personal he encontrado ciertas preguntas detonantes que llevan la atención a dar click en ese botón rojo, el que indica explosión de bomba atómica. Pero, también hay que hacer una claridad, si estas preguntas son agarradas por la razón analítica, tal vez sea fácil responderlas y seguir derecho, haciendo que el cuestinamiento pierda todo su valor.

Así que la observación se tonra en un reto, poner de lado "la analizadera y entendedera" usual para solamente observar, en silencio, completamente atent@s. Ese es justamente el modo de funcionamiento del Laboratorio de Observación que está naciendo en Amargi; un espacio personal en la intimidad de cada quien, para que preguntas como estas sean la vivencia del silencio hablado de la observación. Habría mucho y una sola dinámica por explorar. Si queremos, si te interesa, podemos compartir este espacio íntimo y hasta lo puede hacer mucho más navegable, claro está, si tenemos la disposición apasionada para hacerlo.

Las preguntas son,

¿Qué es el pensamiento?

¿Puede el pensamiento pensar en sí mismo?

¿De qué habla el pensamiento?

¿Puede observarse el pensamiento? ¿Tiene un centro? ¿Qué es?

¿Es el pensamiento consciente de sí mismo?

¿De dónde proviene el pensamiento?

¿Es el pensamiento real? ¿Es verdadero? ¿Es limitado? ¿Es ilimitado?

¿Puede el pensamiento aquietarse?

¿Qué relación tienen el tiempo y el pensamiento?

¿Qué tiene que ver el pensamiento con el sufrimiento?

¿Es posible ver sin el pensamiento? ¿con el pensamiento?

¿Cuál es la relación entre el miedo y el pensamiento?

Espero que esta propuesta genere el deseo de una explosión nuclear reveladora. Por favor, si tienes comentarios respecto a tu observación o saber más del laboratorio de observación, no dudes en escribirme o comentar aquí en el artículo.

Abriendo la puerta al amor,

construyendo un espacio para observar, un Laboratorio de Observación.

Amargi.